Acerca del autor

 

Nací en Madrid de los sesenta, en pleno baby boom. La llegada del hombre a la luna me pilló con pantalones cortos (aunque la vi en un viejo y pesado televisor de blanco y negro) y la ley general de educación me envió, por los pelos, a la EGB. Estudié en una universidad aún revuelta por la transición, y una traviesa inquietud interior me llevó a dedicarme en cuerpo y alma al sufrido oficio de cooperante. De aquellos días me quedaron unas cuantas arrugas, muchos amigos, el amor por la literatura hispanoamericana y una cantidad indeterminada de historias para contar.

Después de dar muchas vueltas por el mundo, recalé en las procelosas aguas del magisterio, donde todavía me desempeño, a la espera de poder ganarme la vida con los afanes de la literatura. Dicen las malas lenguas que la vocación de escritor me llegó tarde, pero no hay que hacer caso de las habladurías de charlatanes y chismosos, porque mis primeros cuentos los escribí en la más tierna infancia, o a lo sumo en la primera juventud. No me gustan las grandes urbes, por eso me he afincado en la Baja Extremadura, una región doblemente periférica algo olvidada de la literatura (y de muchas otras cosas) y cada granito de arena cuenta mucho.

Soy una persona humilde y no me gusta hablar bien de mí, pero aconsejan quienes saben que el currículum literario debe ir por delante, así que diré que he sido afortunado al contar con la benevolencia de algunos jurados que han premiado mis relatos, e incluso una novela corta, y tampoco callaré, señor juez, que sí, que tengo tres libros publicados (dos de relatos y una novela) y un par de novelas escritas, huérfanas de editor.

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